La introducción de asistentes virtuales en bancos plantea tanto oportunidades como desafíos para la industria financiera. Por un lado, la automatización revoluciona la experiencia del usuario, ofreciendo respuestas rápidas y precisas las 24 horas del día. Sin embargo, esta transformación también pone sobre la mesa preocupaciones sobre la pérdida potencial de empleos tradicionales en cajeros bancarios. Según un informe de McKinsey Global Institute, para 2030, hasta el 30% de los trabajos en el sector financiero podrían estar en riesgo debido a la automatización.
La implementación de asistentes virtuales podría optimizar operaciones, reducir costos y mejorar la eficiencia del servicio al cliente. De acuerdo al Banco Mundial, se estima que para 2030, la inteligencia artificial y la automatización, podrían aumentar el PIB global en un 14%, desplazando los trabajados tradicionales, pero generando nuevos empleos en sectores relacionados con la tecnología y la innovación. Sin embargo, algo que aún no ha podido lograr la tecnología es enfrentar desafíos para mantener manejar consultas más complejas o situaciones emocionales.
Razón por la cual sería crucial conocer ¿cómo equilibrar la innovación tecnológica con el impacto social y laboral en la industria financiera? ¿los bancos sustituirán a todos los empleados en el futuro?, ¿se crearán nuevas vacantes?, ¿qué opinan los usuarios al respecto?, ¿quiénes son los más y los menos beneficiados ante esta situación?
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